TEJOLAND
El enigmático lugar llamado tejoland...
Nadie había escuchado de él, es más, tengo la certeza de que no sabíamos que existía hasta hace 2 años.
El saber de su existencia, y conocer las maravillas que ahí se podrían encontrar, me entró una curiosidad tan grande, de esas que hacen que te cosquillee el cuerpo, que la expectativa es constante, como un cazador o un pirata en búsqueda de un tesoro y no me pude contener, tuve que encontrar ese enigmático y paradisiaco lugar.
Al paso de los días, iba acercándome más, cada vez más, y en muchas ocasiones lo hacía sin saber que cada paso que daba, me iba llevando a estos lares.
Un día, ocurrió un milagro, lo encontré!. Eureka!! me dije a mis adentros, ya lo logré... pero no, solo fue un oasis, un espejismo que pintaba con trazos muy cercanos la realidad de este hermoso lugar.
Pasó el tiempo, me topé con otro oasis, este de verdad parecía ser, era el lugar.. lo sentía en mi corazón, pero algo pasó, que de pronto desapareció, así de la nada, sin decir adiós, todo se desvaneció.
Yo no perdía la fe, sabía que el camino andado, los oasis en mi camino y el amor que existía alrededor de todo esta maravillosa empresa iba a dar frutos, pronto llegaría el momento en el que TEJOLAND apareciera.
Y llegó, ese precioso, romántico y esperado lugar estaba ahí, frente a mis ojos, izándose como un sueño, como algo imposible de vislumbrar... TEJOLAND frente a mi y ahí, dentro de él, el hombre que había platicado de este lugar y que solo el podría ser capaz de hacerlo realidad, de generarlo, de crearlo, de volverlo mi castillo, mi paraíso.
Gracias mi amor, por tanto esfuerzo, por haber hecho nuestros sueños realidad, por haberle puesto tierra y cemento a nuestro castillo, a nuestro TEJOLAND...
Te amo profundamente, te amo con los ojos abiertos, con el alma y el corazón.
Nadie había escuchado de él, es más, tengo la certeza de que no sabíamos que existía hasta hace 2 años.
El saber de su existencia, y conocer las maravillas que ahí se podrían encontrar, me entró una curiosidad tan grande, de esas que hacen que te cosquillee el cuerpo, que la expectativa es constante, como un cazador o un pirata en búsqueda de un tesoro y no me pude contener, tuve que encontrar ese enigmático y paradisiaco lugar.
Al paso de los días, iba acercándome más, cada vez más, y en muchas ocasiones lo hacía sin saber que cada paso que daba, me iba llevando a estos lares.
Un día, ocurrió un milagro, lo encontré!. Eureka!! me dije a mis adentros, ya lo logré... pero no, solo fue un oasis, un espejismo que pintaba con trazos muy cercanos la realidad de este hermoso lugar.
Pasó el tiempo, me topé con otro oasis, este de verdad parecía ser, era el lugar.. lo sentía en mi corazón, pero algo pasó, que de pronto desapareció, así de la nada, sin decir adiós, todo se desvaneció.
Yo no perdía la fe, sabía que el camino andado, los oasis en mi camino y el amor que existía alrededor de todo esta maravillosa empresa iba a dar frutos, pronto llegaría el momento en el que TEJOLAND apareciera.
Y llegó, ese precioso, romántico y esperado lugar estaba ahí, frente a mis ojos, izándose como un sueño, como algo imposible de vislumbrar... TEJOLAND frente a mi y ahí, dentro de él, el hombre que había platicado de este lugar y que solo el podría ser capaz de hacerlo realidad, de generarlo, de crearlo, de volverlo mi castillo, mi paraíso.
Gracias mi amor, por tanto esfuerzo, por haber hecho nuestros sueños realidad, por haberle puesto tierra y cemento a nuestro castillo, a nuestro TEJOLAND...
Te amo profundamente, te amo con los ojos abiertos, con el alma y el corazón.