Un Mundo Lleno de Porques

Con tantas preguntas y tan pocas respuestas... o a veces ninguna

diciembre 20, 2004

PARTE II


Se sentó a tomar... bueno a que yo me terminara mi taza de café, mientras me hacia las preguntas de rigor, esas preguntas que todos me hacen cuando saben de mis fantasías por aquellas criaturas. ¿Porqué te interesan tanto? ¿Qué es lo que más te atrae de ellos? ¿De verdad, quieres ser como ellos?.
Mis respuestas ya son hasta mecánicas, son el erotismo personificado, me atraes su misterio y su imponencia y si amase ser uno de ellos.
Lo primero que Renata me dijo –ya la llamo por su nombre porque después de 3 horas de su compañía la considero una amiga- fue que si yo la consideraba erótica, misteriosa y si la imponía. Sus preguntas me consternaron, la verdad es que hasta me llegó a asustar, pero le contesté la verdad, mi verdad, Si, si me lo parecía y aun no sabía por que.

Me despedí de ella con el beso obligado por la sociedad pero de pronto sentí un escalofrío que me recorrió por toda la espina dorsal, se acercó tanto a mi, a mi cuello, que creí que se quería apoderar de lo poco que me queda de ganas de vivir, como si quisiera apagar la sed de un hombre perdido en el desierto por días y días sin agua, pero en esos segundos, mientras sentía miedo, también sentí una inexplicable atracción y la necesidad de que apagase su sed.

Tomé mi celular y le pedí su teléfono para volvernos a ver, Renata me dijo que no le gustaban esas cosas de la tecnología por lo que mejor sería que nos viéramos en ese mismo café a la misma hora en la que apareció, yo intrigada por su forma de hablar, no me pude negar. La cita se hizo un hecho.

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