Vagabundo

Como un “menesteroso”, que ha sufrido tantas caídas, que tiene tantas heridas de guerra, que recurre a los jirones que se ha confeccionado para dejar de pasar frío en primavera y heladas en invierno, que se volvió cíclico en su momento, pero ahora se encuentra estancado; que la vida lo ha volcado en marejadas de experiencias, este “Vagabundo” ahora se encuentra en hibernación, esperando una llamarada pasajera para encontrar un poco de paz que desapareció con el verano y que esta vez parece ser definitivo.
Y ahora, se pregunta aquel que no tiene a donde ir, que fue lo que sucedió, cuando fue el momento de decir adiós, pero la constante es porque…
Ahora, el rosáceo y verdoso de su estela se sienten socavados y roídos, pero con la plena convicción de regresarle su estado plasmático, fortalecido, vivaz e independiente y el felino dentro de si resplandecerá para reafirmar la independencia, sagacidad y fidelidad de su propio ser.